viernes, 13 de septiembre de 2013

WHATSAPP 2



Debido a la presión social constituido solamente por un comentario de: “¡Me he quedado con ganas de más!” Me he dignado a realizar la segunda parte.

Porque si.
No me gustan la segundas partes de nada. Pero al releer lo escrito, creo que no quedó claro algo.

No quiero que parezca que no me gusta “Whatsapp”
 Me gusta.
Todo lo que se puede querer a algo que no tiene sentimientos, claro.

Y en realidad es una aplicación interesante, ya que:

-          Puedes escribir con la gente para montar planes.
-          Hacer grupos de lo que sea, y que se acabe hablando de chorradas.
-          E incluso hay quien me ha defendido que: “¡Macho! Puedes hablar gratis con la gente que hace mucho tiempo que no hablas”

Al tipo que me dijo esto ya no le hablo. Ni por el “Whatsapp”.
 Porque si hay a alguien que hace mucho tiempo que no le hablo, es por algo, y tengo mis motivos. No usaría una aplicación para romper mi silencio.
 
Pero hay algo que dijo que si era verdad, “gratis”. Gratis es una palabra que no puedes quitarle la cara. La oyes e instintivamente quieres saber de que se trata.
Porque aunque ese gratis sea un cuenco de caca, siempre pegas la oreja para saber si el regalo incorpora también el cuenco.
Somos así.

Y en nuestra complexión queda usar hasta reventar cualquier cosa que sea gratis. Aunque te hayan avisado que puedas perder el dedo meñique de la mano izquierda.
 
Lo sabes. Pero es gratis.