domingo, 24 de enero de 2010

LA MANO AMIGA

A veces los problemas te abordan, las olas continuas de mala suerte pueden llegar a volcar tu tabla. Cuando el apoyo que usas para salir adelante, deja de estar. Cuando el tren que debe recogerte no pasa por tu parada, se hace necesario que alguien te brinde una mano amiga.

No aprovechó las ventajas que la vida le ofreció. Se equivocó pensando que la juventud le daría la fuerza necesaria para superar sus escollos. Hoy se arrepiente, pero se calla. En una sociedad en donde asimilar tus problemas o llorar tus infelicidades, se toma como muestra de debilidad. Se hace urgente que sigan brindándote una mano amiga.

La solución se alejaba de ser fácil, y sus familiares y amigos no se dieron cuenta de lo difícil que a veces tú mente complica lo que tus manos hacen. Su inocencia la perdió rápidamente por miedo, su libertad se la restringió por odio a sí mismo. Creció demasiado rápido, y cuando empezó a pensar dejo de sentir… Todo su sacrifico no le otorgó beneficio. La mano amiga nunca debió de irse.

Hay cosas que no llegan a decirse, y que nunca salen a la luz. Puede que eso lo convirtiera en una persona introvertida, puede que acabara acostumbrándose a la soledad de buscar un lugar donde estar en paz.

Es tu barrio donde están los tuyos.

Si puedes escucharme te pido que luches.

Tu madre con su cariño, tu padre con su sacrifico, sabrán sacarte adelante.

Busca ahí la mano amiga.