Asociar
estos dos conceptos es muy sencillo. Pero si no observas la conexión entre la
timidez e Internet, pon atención.
Internet
permite, entre otras cosas, que sea fácil esconder tu timidez. Si esa timidez
es tan fuerte que no eres capaz de enfrentarte al simple hecho de hablar con
personas, Internet es tu sitio. Es una plataforma para poder, incluso, ligar
con otras personas. Ahora bien, si para ayudar intentáramos entablar una
conversación con él / ella para convencerle rehusar Internet, sería algo así;
-
¿Por
qué no quedas con él / ella, te acercas y conversáis?
-
Soy
muy tímido, hablar me da pánico, antes me pegaría un tiro en el cielo de la
boca con una escopeta,.
-
Pero
para tener una escopeta tendrías que comprarla, y para eso tendrías que hablar
con el dependiente.
-
Ya,
pero podría darte el dinero, y me la compras tú.
Todo es
más sencillo tras una pantalla ya que da pie a las mentiras. Gracias a ellas,
puedes crearte una vida social en Internet perfecta, claro, sin mencionar que
te acabas inventando quién eres en realidad, con lo que con el tiempo, puede
que se descubra la trampa. Las mentiras suelen ser del tipo;
-
No
coincide la foto.
-
Son
mucho más mayores / jóvenes de lo que decían.
-
No
son ricos.
-
Hombres
que se hacen pasar por mujeres, y viceversa.
Y el
que ha mentido suelta el discurso de:
“Pero
aunque te haya mentido, era mi corazón el que escribía. Tenía miedo de que si
te enterabas de que no era...
-
Tan
guapo/a
-
Tan
joven / viejo
-
Tan
rico.
-
Tan
hombre / mujer
... no
quisieras hablar conmigo”