“Época de momentos
difíciles” “Ningún mercado se salva de esta crisis”
Son titulares de periódicos, y me hacen reflexionar. Así
como existen insectos que saben aprovechar el estiércol, hay ciertos comercios
que evolucionan favorablemente en los momentos más difíciles. Un ejemplo son
las que compran oro, ahora presentes en cualquier acera de vecino, nos asaltan
continuamente para incentivarnos a la venta de ese preciado elemento químico. A
mí también me atraen estas tiendas, pero por motivos diferentes.
Aquí tenemos un típico ejemplo. Esta tienda en concreto,
nos compran más cosas, y por tanto vamos a fijarnos qué es lo que le podemos
vender;
- Joyas rotas: Esto está muy bien, así sabemos qué hacer con las joyas rotas que se almacenan en los botecitos de la casa.
- Joyas usadas: Esta categoría no me parece muy útil. Porque para mi entender una joya rota, es una joya usada. Pero tampoco soy del gremio, no quiero que luego me llamen “tiquismiquis”.
- Joyas desparejadas: Bien. Por fin le damos una ayuda a todos los despistados del mundo.
- Oro blanco: Para los menos entendidos que yo en temas de joyería, esto es una aleación de oro con otros metales para hacer una competencia económica al platino.
- Oro amarillo: Aquí me han roto. Desquebrajado. ¿Compran aceite? Vale que sea caro, vale que tengamos buen aceite, pero hasta ese punto…
- Lingotes: Esto es el colmo. Pero bueno, ¿Lingotes? ¿Quien tiene lingotes en su casa? Y lo más importante, ¿Cómo consigues un lingote?
“Si Manu”
“Pues llévate esta botella de aceite Carbonell”
Todos sabemos que pasamos una mala situación económica, en
la que prima la venta de cualquier cosa de lujo para salir un poco a tomar aire.
Y para las que no tengan valor, no se preocupen, como ya hacen los insectos,
pronto aparecerá una tienda donde podremos vender nuestro estiércol.