jueves, 27 de agosto de 2009

HOY NO ME INVENTO NADA

A veces las historias chocan en el agua como piedrecillas, y nunca sabemos cuando una onda llegará a impactar con tu vida. Hoy creo que es responsabilidad describir una de esas ondas que ha llegado a impactarme porque, aunque únicamente sea de paso, siempre estaré en deuda con las personas que me trasmitieron esta energía, y pueda con ella, transformarla en una experiencia personal.

De pequeña la suerte y su madre no la quisieron, siempre la atormentaba diciéndole que de mayor acabaría de limpiadora de casas. A veces no somos conscientes de la influencia que tienen en nosotros ciertas personas, y si no sabes sacar fuerzas; las profecías acaban siendo predicciones. Treinta y cinco años más tarde ella era limpiadora de casas por horas.
Madre de dos hijos, nunca pensó que la gente suele tener lo que se merece, pero como si de un complot se tratase, su marido la dejó para irse con su mejor amiga, perdiendo a la vez, a dos de las personas que usaba como pilares para mantenerse a flote.
Prácticamente sola y sin cariño, sólo le bastaron dos palabras bonitas para volverse a enamorar otra vez. Otra vez, equivocándose.
Su pareja la maltrata brutalmente dejándola sin la posibilidad de pensar por si sola, y con el miedo como única sensación en su cuerpo capaz de discernir con claridad.
Y como hoy en día, sin dinero no puede cambiar nada en la vida, únicamente es capaz de pensar en acabar con todo. Coger la salida fácil a una vida cultivada en una tierra de desconfianza, abonada con odio, y regada hasta el punto de inundarla de mala suerte.

Hoy sólo quiero hacer ver que la gente no tiene lo que se merece, que no se recoge lo que se cultiva, que la suerte no se persigue... Hoy sólo quiero valorar lo que tengo y lo que me dan. Porque a veces las comparaciones son odiosas, pero hoy, es sólo una muestra de lo que nos rodea y nos choca con su onda.



(Texto corregido por "ATREVIDA Y EXIGENTE ADMIRADORA NÚMERO UNO")