miércoles, 12 de febrero de 2014

UN CLÁSICO


Mi incondicional vaivén navideño me ha hecho disfrutar de un típico choque de clásicos. Una lucha por ser el número uno desde que el fútbol es fútbol.


Aquí atentos:













Lo primero a tener en cuenta es lo apabullante del merchandising. Hoy son pastas de dientes de tu equipo, y mañana papel higiénico del equipo contrario. Pero en este caso tenemos un típico Barça-Madrid luchando por ser la mejor pasta de dientes, en donde marcar un gol significa refrescar el paladar y, ganar el partido, dejar el máximo tiempo posible un buen sabor de boca.
Y aquí están los resultados:
Tras usar ambas pastas de dientes puedo valorar que la ganadora sería: ninguna.
Exactamente la misma pasta de dientes. En las dos el mismo contenido, si me apuras, mismo envase.
He usado unas variopintas tipos de pastas de dientes, desde las compradas en supermercados hasta las publicitadas en farmacias. Con esa experiencia en el campo, puedo asegurar que no usaría las de la foto ni para limpiarle los dientes a un cadáver. Tienen el peor sabor del mundo es como usar agua estancada para tu higiene bucal.
He aquí por tanto mi conclusión:
España siempre ha sido dualidad mires donde mires. Tanto en ideologías, deportes, como políticos. Tenemos siempre a los mismos y aunque en discordia diferente, siempre es la misma basura.