Con algo que todos estamos familiarizados, lo padecemos todos los años, pero nadie, creo, ha querido darle su minuto de gloria.
Escribo sobre el resfriado, que a mi este año me ha calado, prácticamente como todos los inviernos sobre estas fechas (además con mala o buena suerte, según como se mire, de caer en fin de año). Cuando coges el catarro vas al medico y te dice este “nada estos son nueve días malos”. Uno cuando le dicen esto, se pone a pensar... estamos en el siglo 21, tenemos Internet, podemos volar y llegar a otros planetas, podemos solucionar o formar todo tipo de problemas, etc. Pero cuando te refrías ¡¡TIENES QUE JODERTE 9 DÍAS!! ¡¡VAMOS POR DIOS!!
Yo en estos tiempos divido a la gente en dos grupos. Los que por alguna razón cogen la enfermedad y los que la pasan (en algunos casos coincide en la misma persona). A mi siempre hay alguien que me la pasa, siempre con el mismo truco y nunca la misma persona. Me refiero cuando quedas con alguien que esta enfermo y hace la típica gracia de toserte. ¡¡JODER!! ¡¡QUE SE PEGA!!
Así es como yo pasé de estar como una rosa, a en unos días, estar ciertamente cansado. Normalmente no te acuerdas de lo sucedido, por lo que piensas que es el tiempo, la presión o que por algún motivo extraño de la vida (que suele coincidir cuando el cajón de los calzoncillos esta vacío) has vuelto a ponerte esa ropa interior que te está chica. Total, esta situación suele durar unos días. Una mañana por una extraña razón te levantas con una mucosidad nasal... que te preguntas “por el amor de Dios, ¡¡de donde sale tanto moco!!” que pareces un payaso, y no solamente por tener la nariz roja por el intento INUTIL, de hacer desaparecer tal situación, sino porque te das cuenta que la ¡voz te cambiado! Yo en esos momentos me acojono. Porque pienso lo importante que es la nariz del ser humano, no solo no te deja oler (bah! para lo que hay que oler), sino que te cambia la voz (bah! para lo que hay que hablar), pero además no te deja saborear la comida... JODER la comida ¡¡no!! (Siempre he pensado que soy un gordo encerrado en el cuerpo de un delgado incapaz de engordar, seguramente porque en otra vida me bendijeron de esta forma. Ahora solamente hay que esperar a que se agote, y veremos mi verdadera dimensión...)
Todo esto tiene una duración variable y además puedes tener más síntomas (que al que le interese que los busque, que esto no es un blog de medicina), y cuando crees que el mundo de la alimentación te ha dado la espalda, un día te levantas y esta todo como estaba.
Después de todo esto, voy hacer un llamamiento. Porque creo que nos están engañando. Vamos a ver, las empresas de clínex o pañuelos de papel; que coño buscáis haciendo paquetes de clínex de diferentes olores (que cuestan mas caros que los normales) si cuando estas resfriado no eres capaz de oler una ¡¡mierda!! , en sentido literario.